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Mariposas amarillas sobrevolaron la ceremonia de la firma del acuerdo con las FARC
El 26 de septiembre del 2016 Cartagena de Indias se despertó lleno de energía como cualquier otra mañana soleada. En la radio se escuchaba decir a la locutora, “Esto es casi increíble, son las 8:00am de la mañana y no hay un alma en las calles del centro histórico”. Cartagena estaba preparada para recibir a grandes mandatarios del mundo, víctimas del conflicto armado y defensores de los derechos humanos. Un perímetro de seguridad acordonaba el corralito de piedra impidiendo el paso de carros y personas no acreditadas para asistir al gran día. Fecha en que“ La Heroica” también seria denominada por el presidente Juan Manuel Santos, “ciudad de la Paz”.
Desde temprano
Desde las 9 de la mañana en el museo Histórico de Cartagena de Indias, se dieron cita personalidades como Horacio Serpa, Ivan Cepeda, Claudia López; (senadores de la República); Jineth Bedoya, José Antequera (nominados al nobel de paz 2016); entre otros representantes a la cámara y defensores de los derechos humanos, para debatir sobre los retos que tiene la ciudadanía Colombiana en la implementación de los acuerdos de Paz.
Jineth Bedoya, invitada a este evento, enfatizó que los Colombianos a partir de la fecha tenemos un gran reto. Este es la responsabilidad de velar que los acuerdos se cumplan a cabalidad. Ella expresó que facilitar las condiciones para la construcción de paz en las diferentes localidades, no solo está en manos de las FARC y el Gobierno. También está en manos de todos los colombianos y que por ningún motivo debería dejarse en manos de terceros.
El senador Horacio Serpa durante su ponencia compartió sus tres sueños para el posconflicto. El primero de sus sueños es el cumplimiento a cabal de los acuerdos, el Segundo, que se acaben todas las expresiones de violencia en el país, hacer un acuerdo con el Ejercito de Liberación Nacional – ELN; y en tercer lugar, que se haga una reforma profunda política y social, para que esta sea el sustento de una democracia que le brinde al país un nuevo rumbo en el que no se necesite la violencia, ni trampas, ni de dineros o se presenten inconvenientes para tener participación política.
Los acuerdos de paz por el país que queremos
Tiempo de oración
Al medio día en iglesia San Pedro Claver, se realizó una liturgia en la cual se animó que se unieran todas las religiones en una oración por la paz, la reconciliación y la unión del país. El secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, oró diciendo “la justicia abraza a la paz”. Durante la jornada se realizó una ofrenda floral a San Pedro Claver, quien fue conocido por defender los derechos de los esclavos en los tiempos de la colonia. Esta liturgia fue un evento privado en al cual solo tuvieron acceso los mandatarios, la prensa nacional e internacional.
La firma
Después de la misa, un aguacero sorprendió a los peatones vestidos de blanco que deambulaban por las calles del la Heroica. Un grupo de indígenas se refugio bajo los techos del portal de los dulces y empezó a entonar canciones a la paz. Pero como después de la tormenta llega la calma, las nubes cedieron paso al sol y al calor Cartagenero, permitiendo la continuación del programa de tan importante día. Minutos antes de iniciado la ceremonia se podían escuchar los canticos de las víctimas y los promotores del sí “El Pueblo no se rinde Carajo, un dos, tres” “Si se pudo”.
En el patio de banderas del centro de Convenciones en el cual normalmente se ondean emblemas de colores, en esta ocasión estaba vestido de blanco. Decenas de banderolas blancas se ondeaban a lado y lado. En este reconocido espacio al aire libre a las 5 de la tarde se podía observar la riqueza y la biodiversidad del país. Miembros de las diferentes etnias indígenas, afrodescendientes, empresarios, representantes de las iglesias, sindicalistas y miembros de los movimientos sociales fueron invitados al evento, “porque la construcción de la paz, debe incluir a toda la sociedad” afirmó Mabel Lara, maestra de ceremonia de la firma del acuerdo de paz.
El primero al subir al podio fue Ban Ki-Moon, quien felicitó al pueblo colombiano por alcanzar este logro. Además explicó que el acuerdo fue enfocado en reparar a las víctimas, lo cual ayudará a sanar las heridas que han dejado estos 52 años de conflicto. Aviones sobrevolaron sobre los invitados pintando el cielo con los colores amarillo, azul y rojo antes de que el presidente Juan Manuel Santos empezara su discurso. Santos inició con una estrofa del himno nacional “En surcos de dolores, la paz germina ya”. El mandatario explicó que este conflicto ha derramado sangre de los hijos de una misma nación pero que “el bien germina ya” “la paz germina ya”. “No mas asesinados en una guerra absurda, ni policías, ni campesinos, ni guerrilleros. Las nuevas generaciones de Colombia destinarán sus energías al desarrollo del país”. Durante su intervención, el publico gritaba ¡No mas guerra! ¡No mas Guerra¡ y cientos de pañuelos blancos se ondeaban al aire.
Gabriel García Marquez, el máximo escritor de Colombia, y quien estuvo eternamente enamorado de la ciudad de Cartagena, hizo parte del discurso del presidente Colombiano “Pese a su ausencia, García Márquez debe estar feliz, viendo volar sus mariposas amarillas en la Colombia que él soñó, nuestra Colombia que alcanza -por fin-, como el dijo… ‘una segunda oportunidad sobre la tierra'”, dijo citando el final de “Cien años de soledad”, la novela cumbre del escritor. El presidente concluyó su discurso cargado de emoción con otra frase del himno nacional “cesó la horrible noche… los invitó a todos a que abramos los brazos para recibir el nuevo día… el amanecer de la paz, el amanecer de la vida”
Las mujeres de Bojayá entonaron sus coplas, lagrimas rodaron por los rostros de los invitados y participantes al evento. Rodrigo Londoño, también conocido como Timochenko, ofreció perdón sincero a las víctimas del conflicto. En su discurso el máximo líder de las FARC mencionó que pensaba en los marginados que viven en el cordón de miseria de la Heroica. “Que deseando estar en esta celebración no pudieron hacerlo, y les extiendo mi mano de hermano y los abrazo con el corazón”. Al finalizar su discurso Londoño recordó a Gabriel García Márquez, concluyó “Se acabó la guerra, estamos empezando a construir la paz. El amor de Mauricio Babilonia por la ‘Meme’ podrá ser ahora eterno…”
Entre la hora malva y la hora azul del 26 de septiembre del 2016, Rodrigo Londoño y el presidente Juan Manuel Santos firmaron con el balígrafo, el acuerdo de finalización del conflicto.
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